Alebrijes, de México para el mundo

México es un país con una gran riqueza cultural y lleno de tradiciones y creencias, las cuales dan origen a las atesanías de cada región. Estas son aportaciones maravillaosas que nuestro país realiza al mundo, entre las cuales encontramos una muy especial, los alebrijes.

Existen dos modalidades de ellos, la primera es la originaria de la Ciudad de México, la cual ha sido declarada como patrimonio cultural de la CDMX. Estos son figuras fantásticas elaboradas con un esqueleto de alambre sobre el cual se va dando forma mediante papel maché, para finalmente pintarlos manualmente con colores vibrantes que resalten sus espectaculares formas. Estos pueden tener formas reales o imaginarias por igual, intentando siempre combinar características de varios elementos.

Existe la creencia de que los alebrijes pueden cuidar los hogares al espantar a los malos espíritus, particularmente los alebrijes con un aspecto más aterrador podrían ser los más indicados para llevar a cabo este cometido.

La segunda modalidad de estas oníricas criaturas es la originaria en Oaxaca. Sin ser él único pueblo dedicado la elaboración de estas artesanías, si es el principal; San Martín Tilcajete es un hermoso pueblo donde su actividad principal es la elaboración de alebrijes, pero a diferencia de los anteriores, estos se realizan en madera, en copal para ser exactos.

A una pieza apropiada de este material se le van tallando manualmente las características imaginadas por el artesano, para dar como resultado una figura maravillosa de animales reales o imaginarios y en caso de así desearlo, puede combinar características de varios animales. Tras cumplir con un proceso para cuidar la pieza y asegurar su durabilidad, se les aplica manualmente una pintura a base de pigmentos naturales, con formas exquisitas inspiradas en la mitología zapoteca.

Estas creaciones se inspiran en la antigua creencia de los nahuales, quienes son seres sobrenaturales que tienen la capacidad de transformarse en animales y de quienes se piensa que cada ser humano que nace viene acompañado de uno de ellos que lo guiará durante su vida.

Sin duda alguna los alebrijes, sin importar su tamaño, son auténticas obras de arte que México exporta a todo el mundo y día a días va creciendo su popularidad. A tal grado que hoy en día existen desfiles, exposiciones y ferias dedicados a ellos; es más, hasta en el cine podemos encontrarlos hoy en día.